¿Los ídolos de Boca se apagan en el final?

En los últimos años, los grandes referentes se fueron en situaciones penosas. Desde Gatti hasta Abbondanzieri, a varios ídolos se los olvidó fácilmente luego de difíciles momentos deportivos. ¿Será Palermo uno más de ellos?



La situación de Martín Palermo en Boca hace recordar otros casos de máximos referentes e ídolos del club cuyos procesos fueron opacados por el ocaso deportivo que marcó el final de sus carreras en la institución, aunque "El Loco" tiene en su haber tanta gloria que aún marca la historia.


En 1988, una jugada desgraciada marcó el final del ciclo de Hugo Gatti en Boca cuando tras una mala salida provocó la derrota “xeneize” ante Deportivo Armenio por la cual el técnico José Pastoriza lo quitó del arco para darle lugar al incipiente Carlos Fernando Navarro Montoya. "El Loco" no volvió a jugar al fútbol.


Más acá en el tiempo, los ejemplos sobran. En 2001 "El Patrón" Jorge Bermúdez cerró por última vez la puerta del vestuario local para nunca más volver. Uno de los grandes referentes defensivos de la era Bianchi, ganó con el club 6 títulos (3 torneos local, 2 Copas Libertadores y una Intercontinental): demasiado para un final que no tuvo mayor repercusión.


También a principios del 2000 se fue Rodolfo Arruabarrena. "El Vasco" debutó en Boca en 1993, cuando comenzó su primer ciclo que duró hasta 1996, para luego repetir entre 1997 y 2000. Ganó 2 torneos locales y 3 internacionales entre los que se destaca la Libertadores del inicio del siglo XXI obtenida por el mítico equipo de Carlos Bianchi.


"Mi idea siempre fue la de retirarme en Boca", decía el zurdo cuando vivía sus últimos años como jugador. El hombre que le convirtió dos goles al Palmeiras en la final de la Libertadores del 2000 nunca pudo cumplir su sueño.


El de Marcelo Delgado es otro caso emblema de jugadores que pusieron a Boca en la cima del mundo futbolístico pero que terminaron con un tibio paso, casi indeleble. Tuvo dos ciclos en el club: de 2000 a 2003 y de 2005 a 2006.


Cumplió allí con la máxima de que segundas partes nunca fueron buenas porque luego de las grandes conquistas de su primer periodo (2 títulos locales, 3 Libertadores y una Intercontinental), fue mayormente suplente en las siguientes coronaciones (1 título local, 2 Sudamericanas y una Recopa).


Se fue a México pero quiso volver. Boca le dio un lugar en el plantel, el mismo donde perdió terreno a manos de jugadores como Rodrigo Palacio, Martín Palermo o Guillermo Barros Schelotto. Peleó por su puesto pero no pudo recuperarlo y se fue en silencio.